Comer mucho sin subir un gramo es el sueño de las que deben âcuidarseâ para evitar engordar. Pero ser delgada y alimentarse en exceso no es tan bueno como parece.
Comer mucho sin subir un gramo es el sueño de las que deben “cuidarse” para evitar engordar. Pero ser delgada y alimentarse en exceso no es tan bueno como parece.
Es que muchos “flacos glotones” padecen algo conocido como “obesidad con peso normal” y que se produce cuando personas con un Índice de Masa Corporal (IMC) dentro de los rangos aceptables, poseen un alto porcentaje de grasa en el organismo.
Las apariencias engañan ya que no puedes diagnosticar a alguien con sólo pesarlo; afirma Pamela Barrientos, nutricionista, especialista en desintoxicación corporal.
De hecho, estas personas consideradas como “de genes mágicos” pueden tener los mismos problemas de salud que un obeso, es decir, diabetes tipo 2, presión arterial alta, colesterol elevado y desorden en los niveles de azúcar en la sangre.
“Yo veo a esta gente todo el tiempo. En el exterior se ven increíblemente saludables, pero por dentro son un desastre”, afirma Daniel Neides, director médico del Instituto de Bienestar del Cleveland Clinic a la revista Time.
Estas personas por lo general se caracterizan por no comer muchas verduras, consumir alimentos grasos y calóricos y hacer poco o nada de ejercicio.
Cuando estás consumiendo una dieta alta en azúcar y alimentos procesados, provocas acumulación de grasa visceral, y puede dar lugar a los factores de riesgo del sobrepeso.
De este modo, una persona puede no tener una gran cantidad de grasa almacenada bajo la piel y verse delgada, pero sus órganos podrían estar recubiertos con grasa visceral, que es mucho más peligrosa.
Esto último puede conducir al llamado síndrome metabólico, que desemboca en presión arterial elevada y niveles altos de azúcar en la sangre, aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes, y derrame cerebral.
La idea es tomar conciencia de lo importante que es llevar una vida saludable, hacer ejercicio y alimentarse bien, con lo justo; no caer en excesos de comida solamente porque no engordamos. Una alimentación adecuada lleva consigo el consumo diario de frutas y verduras crudas estas debiesen significar el 80 % de la ingesta total del día y un bajo consumo de alimentos refinados como panes, pastelería, cereales y productos industrializados, que complementan el 20 % restante.
¡No descuides lo que comes! Es el consejo que Pamela Barrientos nutricionista de Nutrición Cuerpo y Alma no deja de decirles a sus pacientes cada vez que van a consulta.