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Cómo puede ayudarte el mindful eating

Esta técnica te enseñará a comer de forma consciente, reduciendo la ansiedad por la comida, ayudándote a alimentarte mejor y a disfrutar cada vez que te sientes a la mesa.

¿Comes rápido, mal o cualquier cosa? ¿Sufres ansiedad por la comida? ¿Tus elecciones nutricionales no son las mejores? El mindful eating puede ayudarte a comer de forma consciente, mejorando tu relación con la comida en todos los sentidos. “La alimentación consciente o mindful intenta comer de una manera atenta, romper el automatismo con el que tratamos la comida”, dice Azahara Nieto , nutricionista especializada en sobrepeso, obesidad y trastornos de la conducta alimentaria, formadora en alimentación consciente y creadora de 'Se come como se vive'.

Como explica esta experta, “se trata de poner a disposición nuestros sentidos cuando comemos, fijándolos en los olores, sabores, texturas de los alimentos y enseñándonos para qué comemos”. Porque, como dice Azahara Nieto, la mayor parte de las veces que comemos no es por hambre sino por aburrimiento, por llenar un vacío o incluso por rutina. “La alimentación consciente nos ayuda a disfrutar de la comida y, sobre todo, a tener una relación más sana con ella y con nuestro cuerpo añadiéndole consciencia al acto de comer”.

ANSIEDAD POR LA COMIDA

Desgraciadamente, en las mujeres la ansiedad por la comida es muy frecuente. ¿Por qué nos afecta más a nosotras? “Porque nuestro cuerpo siempre ha estado juzgado por la sociedad y sus cánones de belleza, tenemos que estar delgadas, casi perfectas siempre”, dice Azahara. “Creo que no conozco a ninguna mujer que no haya hecho alguna barbaridad por bajar un par de kilos de manera rápida”, añade. Es triste, pero como dice esta nutricionista “no podemos conseguir medir 1'75 m como dice la sociedad, pero quizá sí podemos pesar 50 kg aunque sea matándonos de hambre”. “Las mujeres hemos aprendido desde pequeñas que para presumir hay que sufrir y eso genera restricción con la comida y, por supuesto, ansiedad. Y en el peor de los casos, un trastorno de la conducta alimentaria”.

CÓMO SE APRENDE EL MINDFUL EATING

Como explica Azahara, las sesiones de mindful eating se pueden plantear de muchas maneras, “quizá la más cocida sea la de comer un alimento de una manera guiada, como por ejemplo la práctica de la pasa, en la que se come una pasa siguiendo las indicaciones de la alimentación consciente”. “También se pueden hacer prácticas con otros alimentos no tan saludables como patatas fritas, chuches o bollería, y te aseguro que cambia mucho nuestra percepción cuando los comemos de una manera consciente, y no para mejor”.

¿Cuántas sesiones habría que hacer para ver resultados? Según Azahara, se puede plantear de diferentes formas, “lo ideal es un curso de ocho semanas de duración, presencial o bien en formato on line”. “Durante este tiempo tenemos asegurado una práctica suficiente y la incorporación de nuevos hábitos de alimentación consciente”, apunta.

Pero si no tienes tanto tiempo, también puedes hacer un taller con tips de alimentación consciente, “que suelo incluir en mis consultas porque quiero que mis pacientes sean totalmente independientes y se conozcan muy bien así mismos”. “Yo puedo saber mucho de alimentación como nutricionista, pero no puedo saber más que ellos que sobre mismos, el autoconocimiento es esencial”.

LOS CONSEJOS DEL MINDFUL EATING

Azahara Medina nos da algunos consejos o claves para conseguir comer de forma consciente, tranquila, sin ansiedad y disfrutando de ese momento:

- Lo primero es comer siempre sentados a la mesa, nada de comer de pie, ni frente a la mesa baja del salón viendo la tele. Comer tranquilos, en una mesa sin distracciones, ni tele, ni móvil, solo atentos a la comida, poniendo toda nuestra atención en disfrutar lo que vamos a comer.

Comer despacio, dejando los cubiertos en la mesa entre bocado y bocado, y disfrutando cada uno de ellos.

Ser conscientes de qué nos hace sentir la comida, si me gusta o no, qué me dice su olor, cómo me siento comiéndola, si tengo hambre o no.

- Es fundamental que dediquemos al menos de 20 a 30 minutos a comer, ya que es el tiempo necesario para que se produzca la sensación de saciedad y se haga una buena masticación. Si comemos en menos tiempo, aunque la cantidad sea suficiente, no estaremos saciados y volveremos a sentir hambre al poco rato.

Vía: Womenshealth

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