Está suficientemente probado que el desayuno es importante para mantener el peso y conseguir un buen estado de salud, pero ahora nuevas evidencias científicas sugieren que el papel del desayuno en la salud puede ser aún más importante.
Un pequeño estudio randomizado asegura que desayunar regularmente un desayuno sustancial puede afectar directamente el funcionamiento de las células grasas y cambiar la actividad de los genes involucrados en el metabolismo de las grasas y la resistencia a la insulina. El estudio sugiere que desayunar bien cada mañana puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y alguna enfermedad cardiovascular.
Según los investigadores, aunque la comida de primera hora de la mañana pueda suponer un incremento del consumo total de calorías, esto puede compensarse con otros beneficios en el proceso de quemar energías. En otras palabras, dicen que tomar un buen desayuno cada día equilibra la energía, la que se ingresa y la que se quema, el proceso más importante para ganar o perder peso.
"El desayuno puede aumentar el ingreso total de calorías diario pero este efecto se compensa porque se estimula el gasto energético al aumentar la actividad física en personas sin problemas de sobrepeso", dice el estudio.
Todavía hay un factor más importante que se consigue con el desayuno, y es la reducción de la actividad de los genes involucrados en la resistencia a la insulina , lo que supone una protección importante contra el riesgo de diabetes y otras enfermedades crónicas.
Sin embargo en las personas obesas o con sobrepeso no se encontró el mismo efecto. Se sabe que mientras más grasa tenga una persona menos responderán las células grasas a la insulina. Al menos uno de los genes involucrados en la quema de grasas se activaba más si las personas tomaban desayuno que si ayunaban.
El ayuno, en cambio, parecía incrementar la actividad de los genes asociados a la inflamación, pero solo en las personas obesas. De lo cual, sugieren los científicos, se deduce que las recomendaciones acerca del desayuno deberían distinguir entre población obesa y delgada.
Además como los experimentos del estudio se hicieron con desayunos altos en carbohidratos no se pueden extrapolar sus resultados a otro tipo de desayuno más ricos en proteína. También se explora cómo interactúa el hábito del desayuno con otra hábitos saludables como la práctica de ejercicio físico.
Lo que sí se sabe es que para prevenir las consecuencias negativas de tener una gran cantidad de grasa en el cuerpo bastaría con hacer algo tan simple como desayunar todos los días.
Vía: MujerHoy