Aunque no parezca tarea fácil, reinventarse puede ser la puerta de entrada a una existencia más plena y feliz. ¿Cómo lograrlo?
“Tienes que ser la misma persona en todos los lugares… y mantenerte fiel a tu identidad”. La mayoría de las personas hemos escuchado esa frase diferentes momentos de nuestra vida. Frases como esta, nos invitan a mantener lealtades que, en ocasiones, se vuelven inútiles. Es por ello, que hacer consciencia de que somos seres en constante transformación, nos permitirá activar una de las fuentes de bienestar emocional, más potente. ¡Una actitud de reinvención!
En psicología, tenemos varios nombres para esta atractiva palabra: “reencuadre”, “reestructuración cognitiva” y hasta “actualización”. Como quieras llamarla, la idea es una sola: somos seres que compartimos nuestra vida con otras personas, con diferentes culturas en el trabajo, en nuestros estudios, hemos cambiado de entorno en nuestra vida en varias oportunidades, nuestras creencias y nuestras maneras de actuar y pensar son puestas a prueba constantemente por los retos que elegimos y también por aquellos momentos de nuestra historia críticos que nos revolvieron nuestra realidad.
En una realidad que cambia constantemente, si nos resistimos al cambio, o no somos conscientes de nuestra naturaleza de reinvención constante, encontraremos mucho malestar.
Mi intención no es crear una reflexión que te lleve a una crisis existencial. Mi expectativa con estas líneas es que abraces tu naturaleza cambiante y la conviertas en una herramienta para enfrentarte a la realidad de una manera más potente y quizá, más feliz.
¿Cómo me reinvento?
- Acepto que soy un ser en constante cambio: mis creencias, mis conocimientos, la forma en que manejo mis emociones y hasta mi cuerpo, no es el mismo que hace un año. El cambio es mi naturaleza y permito que esta naturaleza, sea el catalizador de aprendizajes.
- Exploro mi presente: Hacer un alto en el camino, me permite mirar hacia todos los aspectos de mi vida: mi trabajo, mis relaciones interpersonales, mis finanzas, mi salud, mi espiritualidad, entre otras cosas. Me doy la oportunidad de encontrar los puntos fuertes de mi presente y los puntos que quiero mejorar.
- Hago las pases con mi pasado: A veces creemos que nuestro pasado es la razón por la que somos lo que somos. A veces decimos cosas como “Mejor no hubiese vivido eso…” o a veces pensamos: “Yo soy así, y así me quedo, siempre he sido así”. Si haces un recuento de tu pasado, notarás que gracias a todo lo que viviste, a tus momentos difíciles o felices, gracias a las personas que han estado en tu historia, es que tienes hoy grandes herramientas para enfrentarte a la realidad. Al mismo tiempo, nota como hay cosas que has querido cambiar hace un buen tiempo y no lo has hecho porque siempre has creído que tienes que ser la misma persona.
- ¿Qué conservo y qué no? Al mirar mi pasado, recupero mis recursos, me doy cuenta que tengo infinidad de aprendizajes y elementos que quiero conservar porque son valiosos. La reinvención no es solamente dejar de ser quien soy, también es conservar aquello que me empodera y me sirve como herramienta de vida. Así mismo, es importante que me permita soltar personas, situaciones e incluso hábitos que hoy por hoy, no son útiles en este presente que he observado.
- Bienvenida a lo nuevo, actualizando el software. Al mismo tiempo que cambia tu entorno, te está exigiendo que hagas uno que otro ajuste para acomodarte el mismo. ¡Permítete varias maneras de ser, varias maneras de caminar, varias maneras de hablar, etc! A mayor flexibilidad, mayor posibilidad de respuesta y menos posibilidad de frustración.
- Abrazo mis emociones y mis obstáculos. No hay ningún organismo vivo que cambie si su ambiente no se lo exige. Cada vez que experimentas frustraciones, crisis, obstáculos, emociones de malestar abrumadoras, significa que es el momento de hacer ajustes. El fracaso, el dolor y las situaciones retadoras son momentos poderosos para la reinvención.
- Agradecimiento constante: Todas y cada una de las cosas que están pasando en mi vida, provienen de mis elecciones, así no lo parezca. Cada episodio, cada persona, cada sorpresa positiva o negativa, me trae mensajes para ser escuchados y ponerlos en pro de mi reinvención.
Por último, recuerda que, si estás en disposición para la reinvención, aumentas tu poder personal.
Vía: Fucsia