¿Te mueres de sueño y tienes mucho trabajo por hacer? Volver a trabajar o estudiar en óptimas condiciones después de almorzar es una tarea realmente titánica. Y es que el sueño que provoca el almuerzo hace que solo tengamos ganas de tener una cita con nuestra cama para una larga siesta.
Sin embargo, existen ciertos alimentos que nos ayudarían a combatir el decaimiento post almuerzo y mejorar la productividad después de comer. Al menos así lo afirma Stefanie Chalmers, docente de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico.
“Si bien la somnolencia posterior al almuerzo está relacionada directamente con los alimentos consumidos en dicho horario y su cantidad, es posible contrarrestar esta situación mediante la ingesta de alimentos que aportan nutrientes estimulantes de la actividad mental, capaces de favorecer la concentración y la memoria y, en definitiva, mejorar el desempeño laboral”, explica.
“Los nutrientes involucrados en el control de los aspectos cognitivos y el rendimiento intelectual incluyen, entre sus principales funciones, el asegurar la producción de energía metabólica (nutrientes energéticos), permitir la síntesis de neurotransmisores que potencien la actividad mental, como por ejemplo, la tirosina y las vitaminas del complejo B, y favorecer la irrigación, lo que se consigue con la L-Arginina para la producción de óxido nítrico”, explica la nutricionista.
A su vez, la ingesta de agua durante el día es clave para mantenernos despiertos. “Para evitar el sobreesfuerzo de la actividad renal y favorecer la mantención del volumen sanguíneo, y con esto asegurar la nutrición y oxigenación neuronal, se debe procurar satisfacer un aspecto dietético básico: la ingesta hídrica. Es fundamental beber agua antes de tener sed y utilizarla como vehículo de agentes estimulantes de la actividad cognitiva, como el té verde y el mate”, asegura Chalmers.
Y agrega que “es necesario tener claro que existen elementos nutricionales que tienen importantes efectos positivos sobre la actividad mental a corto plazo, como la feniletilamina; otros cuyos principales beneficios se advierten a largo plazo, como los ácidos grasos omega 3 y omega 9; y los antioxidantes en general, que tienen efectos positivos a corto y largo plazo”. De esta forma, si el objetivo es mejorar el rendimiento laboral inmediato, se deben tener claras las diferencias. “Por ejemplo, aunque el omega 3 es recomendable, no tiene un impacto inmediato en el organismo, es decir, no funciona para ‘despertar’ después del almuerzo, pero a largo plazo sí permite mejorar la comunicación neuronal”, afirma la especialista.
La nutricionista enumera a continuación cuatro alimentos que te ayudarán a volver en óptimas condiciones a trabajar después de almorzar:
Favorece la eficiencia laboral al inducir un buen estado de ánimo, ya que aporta feniletilamina, una sustancia psicoactiva estimulante asociada a sensaciones de placer. Además entrega triptófano, aminoácido necesario para la síntesis de la serotonina, la cual a su vez permite controlar el apetito y limitar la ansiedad. En el chocolate también está presente la L-arginina, la cual favorece la síntesis de óxido nítrico, lo que mejora la perfusión de los tejidos gracias su efecto vasodilatador.
Contienen grandes concentraciones de L-teanina, la cual además de tener efectos antioxidantes, regula los niveles de dopamina y serotonina a nivel cerebral, calmando la ansiedad y mejorando la capacidad de concentración.
Esta semilla tiene propiedades potenciadoras del rendimiento, al mejorar la capacidad de la memoria, el estado de alerta y la resistencia al cansancio. En este caso es mejor que el café, ya que no favorece el nerviosismo como sí lo hace el bebestible.
Contienen carbohidratos de absorción lenta, favoreciendo el ingreso paulatino de fuentes energéticas al organismo. Entre los variados nutrientes que ofrecen, destaca su aporte en vitaminas del complejo B, requeridas para los procesos metabólicos que permiten la comunicación neuronal, como el zinc, requerido para la actividad mental, y el magnesio que reduce la ansiedad. De todas maneras, no se recomienda consumirlas en exceso.
Vía: Biut