1- Comienza el día oliendo una naranja. Son conocidas las propiedades beneficiosas de esta fruta. A través de la aromaterapia se le atribuyen capacidades energizantes, mejora el ánimo al favorecer estados de alegría y reducir la sensación de nerviosismo. Puedes aprovechar las mañanas para prepararte un jugo de naranjas y disfrutar de su aroma mientras lo haces, o si tienes menos tiempo, mientras te duchas, deja un difusor con aceite esencial de naranja en tu dormitorio para que al vestirte y alistarte aproveches de recibir los beneficios de su fragancia.
2- Hidrátate en la ducha. No nos mintamos, muchas dejan de aplicarse crema hidratante en el cuerpo durante los meses fríos, pero deben saber que no le están haciendo ningún favor a la piel que llegará al verano muy seca. ¿La solución? ¡Ponte las cremas en el baño! Hay dos alternativas: usar un jabón + hidratante especialmente diseñado para usar en la ducha o aprovechar mientras la piel está húmeda (por cierto, la hidratación así es más efectiva) para aplicar una crema ligera y de rápida absorción. Para cuando llegues a vestirte estarás lista, y tu piel habrá recibido un poco de amor.
3- Cambia las texturas de tu maquillaje. En esta época la piel está más seca por el frío y también por efectos de la calefacción. Devuélvele el aspecto luminoso (y más fresco) modificando las texturas de tus cosméticos. “En invierno es importante usar productos más hidratantes porque la piel está sensible por la contaminación, el agua caliente de la ducha, etc. Recomiendo optar por bases líquidas, rubores y sombras en crema (que en esta época duran mucho más sobre la piel), porque esta resequedad da un aspecto opaco. Una bb cream o una base cushion van a contribuir a dar este aspecto fresco y ligero que a mí me gusta mucho, también puedes aplicar un poco de iluminador en crema para potenciar el efecto hidratado”, aconseja la maquilladora Melanie Tetzner.
4- Tentaciones medidas. Los días nublados siempre terminan en unas ganas inmensas de comer algo dulce. Anticipa esa jugada y evita llegar al verano con unos kilitos extras preparando snacks con la mitad del paquete individual que te comprarías en la oficina.
5- Ayúdate a moverte. Da muuuucho más flojera que en cualquier otro momento del año, pero ¡sigue entrenando! El bikini veraniego te lo va a agradecer. Para no fracasar en tu rutina de ejercicios hay algunas claves que te ayudarán a seguir en movimiento, “sí o sí hay que tener una buena playlist que te acompañe, recomiendo armarlas según la intensidad de lo que vas a hacer, y si es cardio o son pesas, por ejemplo. Yo dejo preparado el bolso el día anterior, eso ayuda a no ponerse floja el día siguiente. Mentalízate con los ejercicios que vas a hacer para llegar enfocada, si no vas al gimnasio busca tu rutina en Youtube el día anterior para no perder tiempo buscando o peor aún, dejarlo para otro día. Deja preparado un rico desayuno el día anterior, algo liviano que te de energías para entrenar, yo me hago un pudding de chía (en un frasco de conservas agrego una cucharadita de chia, lo dejo reposar durante la noche con alguna leche vegetal; en otro tupper dejo las frutas que le pondré cortadas y en la mañana las agrego a la chía y listo)”, recomienda la creadora de Chicfitdaily.com, Ignacia Briones.
Vía: RevistaMujer