La coliflor pertenece a la familia de los crucíferos (como el brócoli, kale, nabos y berros, entre otros). Una de las gracias de esta verdura es que su principal componente es el agua, es baja en grasas y calorías, y es una gran fuente de fibra, por lo tanto, es un excelente aliado para mantener el peso bajo control.
Es muy rica en vitamina C (contiene el 77% de la dosis diaria recomendada), potasio (necesario para la actividad muscular y la generación del impulso nervioso) y fósforo. Destaca también la presencia de vitamina B6, K y folatos (que participan en la producción de glóbulos rojos y blancos, y fortalece el sistema inmunológico).
Poderoso antioxidante
“La Coliflor es una bomba antioxidante, apoya la regeneración celular y favorece mucho a la piel, específicamente a la tercera capa, que se nutre y repercute en las uñas, que se ven más lozanas. Una característica importante es su capacidad de detoxificación del organismo, gracias a que contiene glucosilonatos, que apoyan la función del hígado y favorecen la apoptosis de células cancerígenas (en fácil, que las células se ‘suiciden’, ya que programan su autoeliminación). Esta es una propiedad de todas las crucíferas”, explica la naturópata Denisse Ortiz ([email protected]).
La Coliflor gana varios puntos en comparación a otros vegetales porque es muy versátil; se puede comer cruda (en jugos, ensaladas), salteada, al vapor, en guisos o sopas. La especialista recomienda siempre incluir una a dos porciones por semana (una taza de 200 cc), y prepararla en cocción lenta para que no pierda sus propiedades (y si se hierve, intentar utilizar el agua, rica en nutrientes). Una buena idea es consumirla como puré, adicionando pimienta y cúrcuma para potenciar los efectos antiinflamatorios que tiene la verdura y la cúrcuma, y de paso reemplazar las papas o el arroz.
Contraindicaciones
La coliflor absorbe mucha purina, que decanta cristales en los huesos y eleva el ácido úrico. Hay que moderar las porciones y no consumir más de dos veces a la semana. También tiene componentes que inhiben la absorción de yodo, por lo que personas que padezcan hipotiroidismo deben moderar su consumo y consultar con su médico de cabecera.
Otro lado B de esta verdura es que hincha un montón, para evitarlo Denisse aconseja la cocción lenta y sumar especies como semillas de hinojo o una hoja de laurel para contrarrestar estos efectos.
Vía: RevistaMujer