El abdomen es una de las partes del cuerpo más difíciles de moldear ya que requiere de constantes esfuerzos y cuidados para evitar la flacidez y conservar su firmeza.
La falta de ejercicio y llevar una dieta alta en calorías son las causas principales de flacidez y acumulación de grasa abdominal pues, por desgracia, es justo esta parte del cuerpo la que más evidencia el estilo de vida sedentaria y el tipo de alimentación.
Lucir un vientre plano y tonificado puede ser un poco difícil pero no es imposible. Hay muchas cosas que podemos hacer para lograr el objetivo y mejorar la figura en general.
Si formas parte del grupo de personas que no tiene tiempo para ir a un gimnasio a ejercitarse, no te pierdas los siguientes 7 ejercicios para reafirmar tu abdomen sin salir de casa.
Tabla con levantamiento de pierna
Adopta la clásica posición de lagartija o tabla, sosteniendo el cuerpo con los antebrazos y las puntas de los pies, asegurándote de que los codos queden justo por debajo de los hombros. El resto de tu cuerpo debe formar una línea recta desde el cuello hasta los talones.
En dicha posición, eleva una de las piernas hacia atrás, manténla así unos segundos y repite el movimiento con la otra pierna.
Mientras haces el movimiento asegúrate de mantener el abdomen contraído para trabajarlo de forma adecuada.
En una posición similar a la anterior, apóyate en el suelo con los antebrazos, con los codos justo debajo de los hombros, pero esta vez coloca los pies en punta sobre un banco para ejercicios.
En esta posición el resto del cuerpo debe estar derecho de cuello a tobillos y la cabeza un poco inclinada hacia abajo.
Contrae el abdomen y aguanta 10 segundos. Luego descansa otros 10 y haz 10 repeticiones.
Tumbada en el suelo con la parte izquierda del cuerpo, adopta una posición de tal manera que tu peso descanse en el antebrazo y en la parte inferior del pie. El codo debe quedar justo por debajo del hombro, y la parte superior del brazo debe quedar perpendicular al suelo.
Contrae el abdomen y trata de mantener la posición entre 30 y 40 segundos, luego cambia hacia el otro lado.
Partiendo de una posición como la del ejercicio anterior, levanta la pierna izquierda y flexiona la rodilla de tal manera que el pie quede a la altura de la rodilla de la pierna contraria.
En esta posición el peso del cuerpo debe descansar en el antebrazo izquierdo y la parte inferior del pie derecho.
Mantén esta posición con el abdomen contraído durante 30 o 40 segundos y luego repite con la pierna contraria.
Acuéstate boca arriba, con los brazos estirados a los lados del cuerpo, rodillas ligeramente flexionadas y los pies apoyados en el suelo.
Mantén esta posición pero, poco a poco, levanta las piernas hasta que los dedos de los pies queden apuntando hacia el techo y la cadera quede medio levantada.
Vuelve a llevar las piernas hacia el suelo hasta llegar a la posición inicial y repite este movimiento de 15 a 25 veces, siempre con el abdomen contraído.
Toma una mancuerna con cada mano, asegurándote de que una sea más pesada que la otra. Ahora eleva los brazos por encima de tu cabeza, hasta que queden bien derechos y empieza a hacer una breve caminata mientras contraes el abdomen.
Camina entre 15 y 20 pasos, descansa, y cambia las pesas de mano para repetir el ejercicio.
Este ejercicio es perfecto para tonificar el abdomen y combatir la flacidez después de haber perdido peso.
Acuéstate de espaldas sobre el suelo, con las piernas separadas a un ancho de caderas y los brazos bien estirados a los costados, con las palmas sobre el piso.
Contrae los músculos del abdomen para elevar los glúteos, el abdomen y luego la parte media de la espalda.
No despegues lo hombros del suelo y trata de mantener esta posición durante 10 o 15 segundos antes de descansar. Realiza entre 4 y 8 repeticiones por rutina.
Vía: MejorConSalud