Si a ésto le unimos la tarea de sentirse en calma y encontrar el equilibrio interior, el yoga puede convertirse en uno de nuestros mejores aliados. Se trata de una disciplina que cada día tiene más adeptos y ayuda a mejorar la calidad de vida. La suma de algunos ejercicios faciales y una respiración acompasada da como resultado el yoga facial. El secreto para rejuvenecer sin pasar por quirófano.
Optimiza tu respiración
Aunque es un acto automático e involuntario, respirar puede resultar mucho más efectivo si sabemos hacerlo bien. Relajarse, conectar con las emociones y oxigenar la piel son algunos de los beneficios de una buena respiración.
Cada inspiración debe ser lenta, profunda y rítmica. De este modo, aumenta la oxigenación de la sangre y favorece la eliminación de toxinas. Además reduce el exceso de ansiedad y, por consiguiente, disminuye el estrés y la oxidación celular, es decir, el envejecimiento.
Al respirar correctamente estamos contribuyendo a lograr una piel más suave y más lisa sin esfuerzo. La próxima vez que te dispongas a realizar tu sesión de yoga facial sé consciente de cada respiración y tu cuerpo lo agradecerá.
Frente lisa
No hay nada peor que un ceño fruncido permanente. Pero tranquila, este gesto lo podemos evitar con unos sencillos ejercicios faciales.
Inhala profundamente y pon las yemas de los dedos de ambas manos sobre cada una de las cejas, cubriéndolas completamente. Presiona hacia abajo e intenta, al mismo tiempo, subir y bajar las cejas. Cada vez que las bajes, exhala lentamente. Repite 10 veces.
Justo para esa arruguita que se produce al fruncir el ceño, se recomienda intentar juntar las cejas y después, con la ayuda de los dedos índices, ayudarlas a que vuelvan a su posición.
El último ejercicio es para realizarlo junto con una crema facial, preferiblemente de noche, ya que actuará mejor mientras dormimos.
Coloca los dedos de ambas manos en el centro de la frente, verticalmente. Mientras presionas, ve deslizando lentamente los dedos, junto al producto, hacia las sienes. Al llegar allí, mantén la frente muy estirada durante cinco segundos, al tiempo que presionas las muelas ligeramente. Repetir 5 veces.
Morritos sexys
No hay nada comparable a unos labios gruesos y apetecibles en forma de corazón. Aunque parezca que no, el contorno de la boca también envejece a causa de la pérdida de colágeno, lo que hace que los flancos se descuelguen y además aparezcan las temidas arruguitas alrededor, en forma de código de barras.
Incluye en tu rutina el siguiente ejercicio y en pocas semanas tendrás unos labios más gruesos y con menos líneas de expresión.
Sujeta con los pulgares el interior de las comisuras, coge aire. Después, al expirar, forma una O con la boca sin soltar los dedos. Repetir 5 veces.
Otra técnica más sencilla es lanzar besos por doquier, cual celebrity. Aunque pueda parecer absurdo, con este gesto tan amoroso, estás trabajando todos los músculos de la boca.
Pómulos sobresalientes
Una de las características del yoga facial es que consigue aumentar el volumen de los músculos y por tanto, su capacidad de almacenamiento de sustancias nutritivas. En el caso de los pómulos, las mujeres buscamos precisamente eso: volumen para tenerlos bien subidos y pronunciados. Debemos aumentar su masa muscular y nada mejor que el yoga para este fin.
Coge aire y reténlo en la boca durante unos segundos. Pásalo de mejilla en mejilla cinco veces y expúlsalo lentamente. Otra opción es poner los dedos, a excepción del pulgar, debajo de cada ojo y ejercer presión hacia abajo. Al mismo tiempo, con los músculos de las mejillas debes hacer fuerza en dirección opuesta, es decir, hacia arriba simulando una sonrisa. Con constancia, verás los resultados en poco tiempo.
Consigue una mirada fresca
Una de las máximas de esta disciplina es realizar los ejercicios antes de acostarse o nada más levantarse, es decir, cuando estás más relajada. Se necesita un poco de silencio, concentración y adoptar una postura cómoda. Con estas premisas ya estás lista para comenzar.
La zona de los ojos es muy especial, ya que la mirada se convierte en chivata con los años. No te olvides de incluirla en tu tabla de ejercicios para detener el tiempo en tu rostro.
Aplícate un buen contorno de ojoes y haz los siguientes ejercicios. Si queremos reducir las famosas “patas de gallo” tendremos que fortalecer y levantar los músculos de las cejas. Para conseguirlo, sujeta las cejas con los dedos índice y corazón y presiona hacia abajo durante tres segundos haciendo resistencia con los dedos. Repetir 5 veces.
Otra opción es cerrar los ojos fuertemente durante cinco segundos y abrirlos muy despacio. Este gesto ayuda a levantar los párpados superiores e inferiores.
Vía: EnFemenino