La meditación es una herramienta muy útil en este sentido. Mientras más conscientes estemos de lo que somos y de lo que sucede a nuestro alrededor, más atención podemos brindarle a nuestros propios asuntos.
Estudios han demostrado que meditar efectivamente influye en las conexiones neuronales y también, en la calidad de nuestra memoria. También, nos ayuda a organizar nuestra rutina diaria, porque potencia algunas habilidades.
MÁS CONCENTRACIÓN
Cuando meditas, desarrollas tus sentidos y te enfocas en el presente. Muchas veces olvidamos que tenemos que hacer tal y tal cosa porque en realidad, estamos siempre pensando en el pasado o el futuro. Enfocarte en el aquí y ahora hará que tu mente esté más clara, sin ruido.
NO MÁS EVITACIÓN
¿Procastinas? Si es así, tienes que saber que lo único que provocarás con eso es estresarte más. Si dejas todo para el último minuto, se te juntan las cosas y colapsas. Si te enfocas en el presente, vas a hacer lo que tienes que hacer y no acumularás tareas pendientes.
ERES MÁS PRODUCTIVA
Estar más consciente también mejora tu desempeño laboral. Puedes terminar las cosas a tiempo, porque estás más atenta. No haces caso a diálogos interiores que te distraen y así, eres más productiva.
Vía: Belelú