Yoga significa método para conseguir la unión del ser individual con el cosmos. Pero según la filosofía oriental, el individuo ya está unido al universo, por lo que el principal fundamento de esta disciplina es hacer consciente ese estado de unión mediante la práctica de posturas o asanas que, combinadas con la respiración consciente, los traen al momento presente y nos predisponen para un estado de meditación. En realidad son muchos los motivos por los que empezar a practicar yoga, pero aunque cada persona busque un objetivo particular cuando se inicia en esta disciplina, los resultados son siempre los mismos: beneficios, beneficios y más beneficios. Para el cuerpo, la mente y el espíritu.
Tipos de yoga
El yoga es una disciplina en sí, es decir, tiene una única dirección. Lo que ocurre es que para llegar a ese destino, existen diversos caminos o sendas, muchas veces tan similares que cuesta distinguirlas. En occidente, el tipo de yoga que más se practica es el Hatha Yoga, pero las cinco corrientes principales de yoga son:
Karma Yoga (Acción)
Es un tipo de yoga recomendado para personas activas que necesitan expresarse. Tiene como finalidad la acción consciente de servir a la vida desde el desapego a través de la meditación dinámica.
Bhakti Yoga (Amor)
Este tipo de yoga está recomendado para personas muy emocionales, poco dadas al pensamiento racional y se le considera el tipo de yoga por el que más fácilmente se alcanza la realización del Ser. Es el yoga del amor, pero el amor no dual, no hacia algo o alguien, sino hacia la humanidad, hacia la naturaleza, hacia la unidad.
Gñana Yoga (Conocimiento)
Es un tipo de yoga indicado para personas intelectuales e intuitivas que tiene como finalidad el conocimiento, la búsqueda de respuestas trascendentes sobre cuestiones existenciales, fuera de la ilusión mental.
Raja Yoga (Mente)
Este tipo de yoga busca la introspección, la indagación en los planos más profundos de la mente para después abrirse a la conciencia del mundo físico exterior.
Hatha Yoga (Fuerza)
El Hatha Yoga es el más practicado en nuestra civilización, y es un tipo de yoga que trabaja sobre el plano físico a través de posturas (asanas), ejercicios de respiración (pranayama), gestos (mudras), etc, para lograr un estado de consciencia completo a través de la purificación del cuerpo físico.